La primera vez que vi a Bruce Springsteen en directo descubrí el rock and roll, el valor del espectáculo, el sentido de la responsabilidad de un artista ante su público. A lo largo de la historia de la música ha habido artistas de escenario y músicos de estudio. Entre los primeros destaca por encima de todos Bruce Springsteen, un hombre que a pesar del paso de los años ha mantenido viva su apuesta por el rock and roll, su lealtad por esos seguidores a los que pide una fortuna por la entrada.
El último álbum suyo que me cautivó fue The Rising (2002), Devils and Dust (2005) tenía muchas cosas que me gustaron, The Seeger Sessions (2006) me pareció un homenaje divertido.
Al margen de ello cada visita de Springsteen a nuestro país ha sido un recordatorio de sus méritos, una oda al rock and roll, un tributo a las leyendas de ese género que un día salvó.
El último álbum suyo que me cautivó fue The Rising (2002), Devils and Dust (2005) tenía muchas cosas que me gustaron, The Seeger Sessions (2006) me pareció un homenaje divertido.
Al margen de ello cada visita de Springsteen a nuestro país ha sido un recordatorio de sus méritos, una oda al rock and roll, un tributo a las leyendas de ese género que un día salvó.